100 años de la comercialización de la insulina

Adaptado por https://infoalimentos.org.ar en base al artículo: 
Hegele and Maltman. Insulin's centenary: the birth of an idea.
Lancet Diabetes Endocrinol. 2020 Dec;8 (12):971-977.
Hace 100 años se llevó a cabo un acontecimiento que cambiaría radicalmente la vida de millones de personas en todo el mundo. El 15 de abril de 1923 marcó el inicio de una nueva era en el tratamiento de la diabetes, con la comercialización por primera vez de un medicamento revolucionario: la insulina. Esta hormona, esencial para el metabolismo de los carbohidratos en el cuerpo humano, fue descubierta algunos años antes por un equipo de científicos pioneros. A principios de la década de 1920, Frederick Banting, un médico y fisiólogo canadiense, junto con su joven colaborador, Charles Best, trabajaban incansablemente en la búsqueda de una solución para una enfermedad que hasta entonces era considerada fatal: 
la diabetes. Esta es una enfermedad crónica que afecta el metabolismo de la glucosa en el cuerpo, había estado cobrando vidas durante siglos sin que se encontrara una cura eficaz. La única forma de prolongar la vida de los pacientes con diabetes en ese entonces era mediante una dieta extremadamente restrictiva y un tratamiento basado en la extracción de grandes cantidades de líquido del cuerpo, lo que provocaba serios problemas de salud. 

Motivado por un intento de cambiar este panorama tan desolador, Banting se embarcó en una serie de experimentos en el laboratorio de la Universidad de Toronto. Junto con Best, y con el apoyo del profesor John James Rickard Macleod y el bioquímico James Collip, el equipo se dedicó a investigar el papel del páncreas en la diabetes. Juntos, establecieron un objetivo muy ambicioso: aislar una sustancia que pudiera contrarrestar los efectos devastadores de la diabetes. Estos científicos, con su tenacidad y dedicación, desafiaron los límites de la ciencia médica de su época. 

De izquierda a derecha y de arriba abajo:
Banting, Macleod, Collip y Best.
Comenzaron por ligar los conductos pancreáticos en animales, bloqueando el flujo de enzimas digestivas mientras preservaban las células productoras de insulina. Esto les permitió extraer la sustancia buscada de manera más eficiente. Pero la obtención de la insulina no fue el final de su arduo trabajo, ya que la siguiente etapa fue probar su efectividad. En los siguientes experimentos los científicos administraron la sustancia extraída, que ahora sabemos que contenía insulina, a animales diabéticos y observaron sus efectos. Los resultados fueron asombrosos: la administración de insulina no solo redujo los niveles de glucosa en sangre, sino que también les permitió recuperar su vitalidad y salud general. Fue así como, a través de una serie de experimentos revolucionarios, Banting y Best lograron aislar con éxito la sustancia secretada por las células beta del páncreas que demostró ser efectiva en el tratamiento de la diabetes. A esta sustancia la llamaron "insulina" tomando su nombre del latín ínsula “isla”, porque se produce y segrega por los islotes de Langerhans, zonas aisladas de tejido endocrino situadas en el páncreas. Fortalecidos por estos resultados tan alentadores, Banting y Best continuaron refinando su técnica. Trabajaron incansablemente para mejorar la pureza y potencia de la insulina, enfrentando desafíos técnicos y científicos en cada paso del camino. Su colaboración con el profesor Macleod y el bioquímico Collip fue crucial ya que ellos consiguieron la purificación de la insulina. Finalmente, llegó el momento decisivo en el que los investigadores presentaron sus hallazgos al mundo. 

El Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 1923 fue otorgado conjuntamente a Frederick Grant Banting y John James Rickard Macleod "por el descubrimiento de la insulina".

Cuando la insulina fue descubierta como un tratamiento revolucionario para la diabetes, la tarea de llevar este medicamento vital al mundo recayó en la compañía farmacéutica Lilly. Eli Lilly and Company, una empresa con una larga historia de compromiso con la salud, asumió el desafío de comercializar la insulina y hacerla accesible a las personas que tanto la necesitaban. Debido a la urgencia de llevar este tratamiento a los diabéticos, Lilly se dedicó a perfeccionar la producción y la formulación de la insulina. En un acto que marcaría un punto de inflexión en la historia de la medicina, se comercializó por primera vez la insulina el 15 de abril de 1923. Este acontecimiento revolucionario abrió las puertas a una nueva era en el tratamiento de la diabetes, convirtiéndose en la esperanza de millones de personas en todo el mundo. 

Uno de los primeros desafíos que enfrentó Lilly fue la producción a gran escala de la insulina. A medida que la demanda aumentaba, fue necesario establecer procesos de fabricación eficientes y confiables. La empresa aplicó su experiencia en la producción farmacéutica y trabajó en estrecha colaboración con los científicos para desarrollar métodos de producción que garantizaran la calidad y la consistencia del medicamento. Además de la producción, la empresa se enfocó en hacer que la insulina fuera fácilmente accesible para los pacientes. Para ello, Lilly estableció una red de distribución que abarcaba diferentes regiones y países, asegurando que la insulina llegara a quienes la necesitaban, sin importar su ubicación. Además, la compañía se esforzó por educar a médicos y profesionales de la salud sobre el uso adecuado de la insulina, proporcionando información detallada sobre la administración y la dosificación, y se convirtió en un recurso inestimable para aquellos que buscaban orientación en el tratamiento de la diabetes a través de su colaboración con organizaciones médicas y grupos de apoyo para difundir el conocimiento sobre la diabetes y promover una atención integral a los pacientes. A lo largo de los años, tanto Lilly ha como otras empresas del sector (por ejemplo, Novo Nordisk, Sanofi, Merck o Pfizer) han continuado innovando en el campo de la insulina y ha desarrollado diferentes tipos de insulina para satisfacer las necesidades específicas de los pacientes, incluyendo insulinas de acción rápida, insulinas de acción prolongada y mezclas de insulina. Estos avances han permitido un mejor control de la diabetes y han mejorado la calidad de vida de las personas que viven con esta enfermedad. La historia de la insulina es un testimonio de la importancia de la colaboración entre la ciencia y la industria farmacéutica para llevar adelante innovaciones médicas que impactan positivamente en la salud de las personas. 

Con el descubrimiento de la insulina se sentaron las bases para futuros avances en la terapia de la diabetes y se allanó el camino para el desarrollo de diferentes formas de insulina, incluida la insulina sintética, los análogos de insulina y las bombas de insulina, mejorando la calidad de vida de las personas con diabetes y permitiéndoles llevar una vida más saludable y activa. El legado de Banting y Best nos inspira a no renunciar a la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos médicos y nos recuerda que el progreso científico puede nacer de la audacia y la perseverancia. Su comercialización el 15 de abril de 1923 supuso un hito histórico, permitiendo que la insulina estuviera al alcance de los pacientes que tanto la necesitaban. Desde aquel día, innumerables vidas han sido salvadas y mejoradas gracias a la insulina. Los avances en la producción y formulación de esta hormona han permitido que su administración sea más segura y eficiente, brindando a las personas con diabetes la posibilidad de llevar una vida plena y activa. El descubrimiento de la insulina no solo revolucionó el tratamiento de la diabetes, sino que también abrió nuevas puertas a la comprensión de otras enfermedades metabólicas y hormonales. En el centenario de este acontecimiento trascendental, recordamos con gratitud a aquellos científicos visionarios que dedicaron sus esfuerzos a desafiar los límites de la medicina y a ofrecer esperanza a los que padecen diabetes. Sigamos inspirados por su ejemplo mientras continuamos avanzando en la investigación científica y en la búsqueda de soluciones innovadoras para mejorar la salud y el bienestar de la humanidad. La insulina se ha convertido en un símbolo de la capacidad humana para superar desafíos y mejorar la calidad de vida. 


Esta publicación participa en el blog de narrativa científica Café Hypatia en su en su edición de junio de 2023 con el tema #PVefeméride

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