La droga de Hollywood: Uso indebido de fármacos para perder peso
Ozempic es el
nombre comercial de un medicamento llamado semaglutida que se utiliza como
parte de un plan de tratamiento integral que incluye dieta, ejercicio y otros
medicamentos para controlar los niveles de azúcar en la sangre en pacientes con
diabetes tipo 2. Se administra mediante una inyección subcutánea de 0.25 mg de
Ozempic una vez a la semana. Se trata de un fármaco utilizado en el tratamiento
de la diabetes tipo 2 que pertenece a una clase de medicamentos conocidos como
análogos del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1). La semaglutida, principio
activo de Ozempic, imita las acciones del GLP-1, una hormona natural que se
produce en el intestino. Esta hormona ayuda a regular los niveles de azúcar en
la sangre mediante varios mecanismos: estimula la liberación de insulina en el
páncreas, disminuye la producción de glucosa en el hígado y ralentiza el
vaciamiento del estómago. Todos estos mecanismos hacen que se reduzcan los
niveles de glucosa en sangre. Este medicamento no sirve para tratar la diabetes
tipo 1 ni la cetoacidosis diabética, que es una complicación grave de la
diabetes. Wegovy, por otro lado, es un fármaco que contiene semaglutida en una
dosis más alta que la presente en Ozempic (1 mg) y está indicado para la
obesidad. Aunque está aprobado para su uso en Estados Unidos, posiblemente esté
disponible en dos o tres años para su uso con pacientes con obesidad tras ser
evaluado en España. En España, se ha aprobado un medicamento llamado Saxenda
que es similar a Wegovy. Este medicamento está indicado para ayudar en la
pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso y complicaciones
asociadas. Saxenda contiene el principio activo liraglutida, el cual es muy
similar al principio activo presente en los medicamentos mencionados
anteriormente. Este medicamento se administra también por medio de un pinchazo
subcutáneo, pero en este caso se necesita una inyección diaria.
La droga de Hollywood
El medicamento
Ozempic, utilizado en el tratamiento de la diabetes tipo 2, ha generado
preocupación debido a su creciente presencia en el mercado negro, donde se le
ha denominado la "droga de Hollywood". Varios casos han surgido
recientemente, destacando cómo algunos famosos e influencers han
promocionado el uso de Ozempic y Wegovy como una forma de perder peso
rápidamente. Estos medicamentos se han hecho populares desde que algunas
personas famosas sin necesidad médica lo han promocionado en sus redes
sociales. Esto ha hecho que muchos de sus seguidores recurran a la compra
ilegal a través de páginas de compraventa en línea, alimentando el mercado
negro de medicamentos.
En primer lugar,
es importante destacar que el Ozempic no está aprobado ni indicado para el uso
como tratamiento para perder peso. Su uso debe ser supervisado y prescrito por
un médico, dentro de un plan de tratamiento integral para controlar la diabetes
tipo 2. No obstante, en algunas ocasiones un médico puede prescribir un
medicamento fuera de ficha técnica. Esta práctica, conocido como uso off-label,
se produce cuando un medicamento autorizado para un tratamiento concreto se
emplea para otras patologías fuera de las indicaciones aprobadas por las
autoridades reguladoras. Sin embargo, este uso off-label debe basarse en
evidencia científica sólida y la evaluación y supervisión de un médico cualificado
que estudie el caso concreto y en muchos casos pida opinión a otros médicos
especialistas. Por otro lado, en España sí está aprobado el uso de Saxenda para
la pérdida de peso en pacientes con obesidad o sobrepeso y complicaciones. Sin
embargo, este fármaco no está financiado por la seguridad social.
Desde el año pasado, es misión casi imposible para los diabéticos encontrar ahora mismo el medicamento Ozempic en las farmacias españolas y en las de casi cualquier lugar del mundo. El desabastecimiento de este fármaco es global y lleva ocurriendo de forma intermitente desde hace meses. La prescripción off-label de un medicamento por parte de la comunidad médica no necesariamente debería causar problemas de desabastecimiento del medicamento en sí. Por eso se considera que la principal causa del desabastecimiento es la altísima demanda de este fármaco que se ha incrementado de forma drástica a lo largo de 2022 no por parte de los pacientes de diabetes, sino por personas que quieren adelgazar. Múltiples celebridades e influencers, que no sufren ni diabetes ni obesidad, han promocionado el uso de Ozempic en redes sociales para perder peso rápidamente: “Es el fármaco de Hollywood”. Uno de los casos más llamativos ha sido el del CEO de Twitter y director de Tesla Elon Musk. El empresario afirmaba en su red social
¿Por qué hay desabastecimiento?
No se entiende cómo
es posible que, si Ozempic necesita prescripción médica y las farmacias, según
la ley, solo pueden dispensarlo con receta, se esté dando desabastecimientos a
lo largo de 2022. Una cosa está clara, y es que el número de personas con
diabetes tipo 2 no se ha multiplicado en los últimos meses en el mundo. Una de
las razones tras la escasez del fármaco es que un porcentaje desconocido de
médicos de diferentes países (entre ellos España) están recetando Ozempic off-label,
es decir, fuera de la indicación oficial que es la diabetes tipo 2. Por eso, la AEMPS ha
solicitado expresamente a los prescriptores priorizar el uso de los medicamentos
análogos d GLP-1 para el control de la glucemia en pacientes con diabetes tipo
2. Además, con este comunicado la AEMPS estaría haciendo una acusación velada
de que hay médicos que lo están recetando con otros fines, principalmente para
adelgazar. Si la prescripción se realiza a personas que no tienen sobrepeso u
obesidad sería además una conducta contraria a la ética profesional médica.
Esto no solo violaría el código deontológico médico (conjunto de principios y
reglas éticas que guían la conducta profesional del médico), sino que podría
suponer una sanción por falta grave que implique la expulsión del Colegio de
Médicos, suponiendo la inhabilitación profesional a nivel nacional. Además de
la prescripción off-label, podría haber farmacias que estén
dispensando el fármaco sin pedir receta. La prescripción a personas no contempladas
en la regulación, y la venta sin receta complican el acceso a las personas
diabéticas que realmente necesitan Ozempic.
¿Por qué es peligroso el uso de estos medicamentos entre personas sanas?
Aunque estos medicamentos se
consideran seguros, tienen algunos efectos secundarios conocidos: síntomas
gastrointestinales, náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago y
estreñimiento. Además, todos los fármacos tienen una pequeña posibilidad de
causar efectos más graves, conocidos como efectos adversos. En este caso,
podrían producir inflamación del páncreas, cambios en la visión, episodios de
bajadas de glucosa en sangre (hipoglucemia) y problemas con la función renal. Los
efectos de la semaglutida se han evaluado en ensayos clínicos principalmente en
diabéticos y obesos. Por ello, los efectos adversos que puede ocasionar en
individuos sin estos problemas de salud son mucho menos conocidos. Por eso,
cuando un medicamento se usa en personas con características diferentes, los
efectos secundarios pueden ser diferentes e incluso las reacciones adversas pueden
ser más graves.
En los estudios
realizados con pacientes con diabetes tipo 2 se vio que la semaglutida no sería
un fármaco milagroso. Tras 68 semanas en tratamiento, los pacientes con
sobrepeso u obesidad pudieron reducir, de media, un 15 % su peso en combinación con ejercicio físico y dieta.
El gran problema es el efecto rebote tras dejar de consumir el medicamento.
Después de un año sin tomarlo, las personas pueden llegar a recuperar dos tercios
del peso que tenían antes. La historia del desabastecimiento de Ozempic es la historia de una
sociedad que ansía perder peso con el mínimo esfuerzo y de la forma más rápida
posible, aunque esto suponga poner en riesgo la salud.
Por otro lado, la
adquisición de medicamentos en el mercado negro es extremadamente peligrosa y
presenta riesgos significativos para la salud. Los medicamentos falsificados o
adulterados pueden no contener los ingredientes activos necesarios, tener dosis
incorrectas o estar contaminados. Además, incluso si el medicamento está
intacto y bien conservado, su uso sin supervisión médica puede ocasionar
efectos secundarios graves e incluso poner en peligro la vida de quienes los
consumen. Las autoridades sanitarias y reguladoras están trabajando para
combatir el comercio ilegal de medicamentos y proteger la salud pública. Es muy
importante crear conciencia pública sobre los riesgos asociados con la compra
de medicamentos en el mercado negro y la importancia de buscar asesoramiento
médico adecuado antes de utilizar cualquier medicamento. Aunque es raro, también
puede haber casos de errores médicos o médicos que actúan de manera poco ética al
prescribir medicamentos a personas sanas sin una justificación médica adecuada,
ejerciendo de forma éticamente cuestionable.
En conclusión, la
facilidad para adquirir Ozempic, Wegovy y Saxenda en el mercado negro y su promoción como una
"droga de Hollywood" para perder peso rápidamente plantea graves
preocupaciones de salud. Es fundamental informar a la sociedad sobre los
peligros y riesgos asociados con el uso indebido de medicamentos y la
importancia de seguir las indicaciones médicas adecuadas en su utilización. Sin
embargo, también es necesario que se regulen las indicaciones de este fármaco
para personas con sobrepeso y obesidad. Actualmente, es necesario que los
pacientes lleguen a desarrollar diabetes tipo 2 para que se les recete este
fármaco. Así, los pacientes que empeoran su enfermedad metabólica y desarrollan
enfermedades más allá de la propia obesidad, sí pueden recibir ciertos
tratamientos que no reciben si tienen obesidad pero aún no han desarrollado
complicaciones. Esto es porque, en muchas ocasiones, la obesidad no se toma
como una enfermedad cuando realmente lo es.
De todas formas, como con cualquier medicamento, es fundamental seguir las instrucciones del médico y realizar un seguimiento regular para evaluar la eficacia y seguridad del tratamiento para cada enfermedad. Además, es necesario concienciar de los peligros de utilizar fármacos en personas sanas o con diferentes características que para las que se aprobó el medicamento. Por último, los medicamentos no deberían tratarse como bienes de consumo. Un medicamento mejora la calidad de vida de los pacientes y podría considerarse una inversión en salud pública a largo plazo ya que al mejorar la calidad de vida de la población, el estado se ahorra en ingresos hospitalarios, en pruebas analíticas y diagnósticas. Dicho esto, un medicamento no es un producto que una persona deba probar por su cuenta, ni mucho menos recomendar sin conocimiento adecuado. Cuando famosos e influencers aprovechan su gran número de seguidores en las redes sociales para promocionar productos de manera inapropiada, es necesario investigar estas acciones y, en caso de considerarse un delito, deben enfrentar las consecuencias correspondientes.
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