El valor del mentorazgo en la carrera científica para mentor y mentee

En el complejo mundo académico y científico, el camino hacia el éxito no siempre está claramente delineado. Aunque se valora la excelencia en la investigación y la producción científica, la importancia de la mentoría en el desarrollo profesional y personal de los investigadores a menudo se pasa por alto. En este artículo, os hablaré del impacto transformador del mentorazgo en el ámbito científico, desde la perspectiva tanto del mentor como del mentee. A través de experiencias personales y reflexiones, os explicaré cómo el mentorazgo puede moldear trayectorias profesionales, fomentar el crecimiento individual y fortalecer la comunidad científica en su conjunto.
Habrá investigadores que os digan que les han recomendado buscar mentores/as a lo largo de su carrera. No es mi caso. A mí nadie me explicó las bondades de buscar mentores, solo de tener un buen supervisor de tesis y/o grupo de investigación. Pero un supervisor no necesariamente es un mentor, luego iremos a esa parte. 
Fruto de las casualidades, fui a parar a dos programas de mentoría que me llamaron la atención: Research Beyond Academia (REBECA) de EURAXESS y el programa de mentorazgo de la Academia Jóven de España (AJdE). En el momento en el que vi el primero de ellos en las redes sociales, durante el Postdoc, busqué información sobre el mentorazgo en investigación, qué esperar de un mentor, por qué estaría interesado un profesional senior en ser mentor de un junior, y todo lo que pude encontrar sobre la interacción mentor-mentee. El mentee, como ya habréis podido imaginar, es el que recibe el mentorazgo del mentor. Uso su palabra en inglés porque en español creo que no hay una palabra como tal, aunque podría ser "mentorizado". Se me creó la necesidad de vivir esa experiencia que apenas había descubierto. Y me apunté al programa sin pensarlo mucho, describiendo mi situación e intereses. Al poco tiempo me contactaron: me habían seleccionado como mentee. Es importante tener en cuenta que, dado el número limitado de mentores disponibles, es posible que no todos los solicitantes sean seleccionados, por lo que os podéis quedar fuera.

Proceso de mentorazgo: mentor y mentee

Durante el programa, no voy a mentiros, hay que trabajar. En primer lugar hay que trabajar en el autoconocimiento, y esta es la parte que más me costó. Normalmente no nos enseñan a autoanalizarnos y a conocer nuestros puntos fuertes y débiles, más allá de la preparación de una entrevista. Me hubiera gustado que al menos durante la carrera o el doctorado hubiera habido una serie de talleres de "soft skills", en lugar de algunas de las múltiples charlas sobre investigaciones. Yo sé que es una tarea personal, pero en este mundo en el que todo va tan rápido resulta difícil detenerse para pensar. Además, requiere trabajo individual para preparar las sesiones, de modo que el mentor pueda ofrecer orientación y opiniones. No se puede improvisar; es necesario tener objetivos claros. Una vez establecidos, las sesiones fluyen sin problemas. En mi caso aprendí muchísimo, y creo que lo haré también en el nuevo programa de la AJdE, que acabo de comenzar. Es importante comprender que cada persona obtendrá algo diferente de su experiencia con el mentor (y viceversa), dependiendo de su etapa y objetivos. No hay dos experiencias iguales, pero esto también es parte del proceso.
Recomendaría esta experiencia a investigadores que tengan capacidad de autocritica e ganas de conocerse, mejorar y pensar en su futuro, para poder encontrar su propio camino. En el ámbito de la investigación, estamos acostumbrados a recibir consejos de profesionales que han logrado seguir en sus campos, así como de aquellos que no tuvieron la oportunidad, interés o valentía para explorar otras opciones. Aunque no sea intencional, esto puede condicionar en las elecciones y la búsqueda de mentores. Además, existe la posibilidad de sesgo por parte de nuestro supervisor, quien puede estar orientado a cumplir sus propios objetivos dentro de un proyecto. Por eso, no recomendaría tener como mentor a nuestro supervisor, independientemente de nuestro nivel. Sin embargo, sí recomendaría buscar un supervisor que pueda ofrecer orientación en aspectos no científicos, enriqueciendo así nuestro proceso de formación y crecimiento personal. Por supuesto, se puede buscar mentores "en frío" sin apuntarse a ningún programa, contactando con profesionales experimentados por correo electrónico o en persona. Pero hay que estar abierto a que las personas te contesten que no tienen tiempo, no lo necesitan, no lo entienden o no les interesa tu perfil. Y esta parte de luchar con la sensación de rechazo es bastante dura. 
Por último, quiero destacar que nunca recibí ningún reconocimiento por haber sido seleccionada en el programa Europeo, ni espero recibirlo del español. Aunque no lo esperaba, me sorprende lo poco que se valoran esos "méritos" y las habilidades desarrolladas a través de esos programas. De todas maneras, a mí me han servido de mucho para aclararme, tener mejores ideas y centrarme en mis objetivos. En el mundo de la meritocracia donde se valora principalmente la producción, pensar y reflexionar no siempre se considera un mérito, a pesar de ser fundamental para el crecimiento personal y profesional.
Independientemente de quien sea vuestro mentor/a, hay que preparar cada conversación con un objetivo y al menos 10 preguntas, organizadas en categorías que incluían experiencias compartidas, metas profesionales y consejos. Llegar preparado ayuda a respetar el tiempo de otras personas y a aprovechar al máximo las reuniones.

Beneficios bidireccionales 

El proceso de mentorazgo ofrece muchos beneficios para el mentee, al menos estos son los que yo veo:
  • El mentee recibe orientación profesional y consejos prácticos de alguien con más experiencia en su campo, lo que le ayuda en la toma de decisiones importantes de su carrera.
  • A través del mentorazgo, el mentee puede desarrollar habilidades clave, adquirir conocimientos específicos del campo de interés mucho más allá de sus funciones en el trabajo que desarrolla y mejorar su confianza en sí mismo.
  • El mentor puede ofrecer nuevas perspectivas, ideas y enfoques sobre problemas y situaciones que el mentee puede enfrentar en su carrera, lo que ayuda a ampliar su visión.
  • A través de la interacción con el mentor, el mentee recibe un feedback o información de vuelta y valoración sobre su trabajo, habilidades y desempeño, lo que le permite identificar áreas de mejora y crecimiento.
  • La relación con un mentor puede inspirar al mentee y motivarlo a alcanzar sus metas profesionales y personales más ambiciosas, brindándole un modelo a seguir y un estímulo positivo.
  • Al trabajar con un mentor, el mentee tiene la oportunidad de conectarse con otros profesionales y expandir su red de contactos en su campo de estudio o industria.

La participación en programas de mentorazgo también tiene beneficios significativos para el mentorAl guiar y apoyar a un mentee, el mentor fortalece sus habilidades de liderazgo y comunicación. Explicar conceptos y compartir experiencias con el mentee también puede ayudar al mentor a reforzar su comprensión y dominio de ciertos temas o habilidades. Además, ayudar a alguien en su desarrollo profesional y personal puede proporcionar una sensación de logro y satisfacción personal. Para quienes el camino fue fácil, puede ayudar a ver que no todo el mundo lo está teniendo tan fácil, y para quien lo tuvo difícil podría servir para asesorar al mentee con el objetivo de anticiparse a los obstáculos. El proceso de mentorazgo no es solo de un solo sentido; el mentor también puede aprender del mentee, ya sea a través de nuevas perspectivas, ideas innovadoras o la oportunidad de reflexionar sobre su propia práctica profesional. Aúnque no es el objetivo principal de la interacción, tanto el mentor como el mentee pueden expandir su red de contactos profesionales y establecer nuevas conexiones valiosas en su campo de estudio o industria. Por último, y como meta más amplia, participar en el mentorazgo permite al mentor contribuir al desarrollo y éxito de la próxima generación de profesionales en su campo, dejando un impacto positivo en la comunidad académica o profesional.

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