Edulcorantes: La dulce alternativa de bajo contenido calórico
Explorando el mundo de los sabores dulces sin azúcar
En la búsqueda de
una alimentación más saludable y con menor contenido calórico, los edulcorantes, en su mayoría artificiales, se han vuelto cada
vez más populares como alternativas al azúcar. Entre ellos, los polioles,
también conocidos como alcoholes de azúcar, han captado la atención como
edulcorantes versátiles y de bajo contenido calórico que proporcionan el sabor
y la textura del azúcar con aproximadamente la mitad de las calorías. Además,
en la búsqueda de alternativas al azúcar más saludables y con un contenido
calórico muy bajo o nulo, los edulcorantes acalóricos han emergido como una
opción popular para endulzar sin el aumento de calorías. En esta entrada, nos
sumergiremos en el fascinante mundo de los edulcorantes, explorando sus
diferentes tipos, su uso en productos alimenticios, consideraciones de
seguridad y su impacto en la salud.
Técnicamente, edulcorante es todo lo que tiene poder endulzante, y esto incluye el azúcar, la miel y los siropes (ver Tabla del poder endulzante).
Referencias |
Poder |
Kcal/g |
Kcal al endulzar equivalente
1 azucarillo (aprox. 6 g) |
Índice |
Sacarosa (azúcar) |
1 |
4 |
16 |
65 |
Fructosa (azúcar de fruta) |
1,73 |
4 |
9 |
23 |
Sirope de ágave |
1,5 |
4 |
10 |
15 |
Poder endulzante bajo |
|
|||
Eritritol |
0,65 |
0,2 |
1 |
1 |
lsomaltitol |
0,4 |
2 |
17 |
35 |
Lactitol |
0,3 |
2 |
20 |
3 |
Maltitol |
0,9 |
2,4 |
11 |
35 |
Manitol |
0,5 |
1,6 |
13 |
2 |
Sorbitol |
0,6 |
2,6 |
19 |
4 |
Tagatosa |
0,92 |
1,5 |
7 |
0 |
Xilitol |
1 |
2,4 |
10 |
12 |
Edulcorantes intensos |
||||
Acesulfamo potásico |
200 |
0 |
0 |
0 |
Aspartamo |
180 |
4 |
0,1 |
0 |
Ciclamato sódico |
40 |
0 |
0 |
0 |
Esteviósidos |
480 |
0 |
0 |
0 |
Neohesperidina |
1000 |
0 |
0 |
0 |
Sacarina |
300 |
0 |
0 |
0 |
Sucralosa |
600 |
0 |
0 |
0 |
Taumatina |
2000 |
4 |
0 |
0 |
Por eso utilizaré las palabras bajo en calorías o acalórico para
distinguir a los edulcorantes diferentes a los comunes naturales y calóricos. A
continuación se puede ver cuáles son los edulcorantes naturales, artificiales,
calóricos y acalóricos, para entenderlas diferencias entre ellos y saber de qué
se está hablando.
Contenido energético |
Origen |
Grupo |
Nombre |
Calóricos |
Naturales |
Azúcares |
Sacarosa |
Naturales |
Edulcorantes
naturales calóricos |
Miel |
|
Artificiales* |
Azúcares
modificados |
Jarabe de maíz de alto contenido en
fructosa |
|
Artificiales* |
Alcoholes del
azúcar |
Sorbitol |
|
Acalóricos |
Naturales |
Edulcorantes
naturales sin calorías |
Stevia |
Artificiales |
Edulcorantes
artificiales |
Aspartamo |
*Aunque los
polioles se encuentran naturalmente en algunos vegetales, están clasificados
como artificiales porque se suelen sintetizar o extraer de vegetales y
posteriormente modificar para su uso en la industria alimentaria.
Polioles como endulzantes
1. Entendiendo
los polioles
Los polioles son
carbohidratos, pero a diferencia de los azúcares, no son completamente
absorbidos por el cuerpo. Esta absorción parcial conduce a un valor calórico
menor en comparación con el azúcar, convirtiendo a los polioles en una opción
valiosa para aquellos que buscan reducir la ingesta de calorías. Poseen
aproximadamente la mitad de las calorías del azúcar, lo que los convierte en un
sustituto ideal en una amplia gama de productos alimenticios.
2. Tipos de polioles
Varios polioles
se utilizan como edulcorantes en diferentes productos alimenticios. Los
polioles aprobados en España incluyen el sorbitol (E420), xilitol (E967),
eritritol (E968), Jarabe de poliglicol (E964), lactitol (E965), manitol (E421),
maltitol (E953) e isomaltitol (E422). Cada poliol tiene sus características
únicas y aplicaciones en diferentes productos alimenticios. Estos compuestos se
encuentran naturalmente en algunas plantas, frutas y verduras, aunque también
se producen mediante procesos industriales.
3. Usos en productos
alimenticios
Los polioles se
utilizan comúnmente como edulcorantes en una variedad de productos, como
chicles, caramelos, helados, productos de panadería, mermeladas, rellenos,
glaseados, frutas enlatadas, bebidas, yogures y edulcorantes de mesa. Su
versatilidad y estabilidad ante la acidez, alcalinidad, calor y degradación enzimática
los convierten en una opción preferida para los fabricantes de alimentos que
buscan crear alternativas sin azúcar o con menor contenido calórico.
4. Contenido calórico
de los polioles
El contenido
calórico de los polioles varía entre los diferentes tipos. Por ejemplo, el
sorbitol y el maltitol tienen aproximadamente 2,1 kilocalorías por gramo,
mientras que el xilitol y el manitol contienen 2,4 y 1,6 kilocalorías por
gramo, respectivamente. Por otro lado, el eritritol es notablemente más bajo en
contenido calórico, con solo 0,2 kilocalorías por gramo.
5. Salud: beneficios
de los polioles y consideraciones de seguridad
Los polioles
ofrecen varios beneficios potenciales para la salud cuando se utilizan como
edulcorantes. Tienen un índice glucémico más bajo en comparación con el azúcar,
lo que significa que tienen menos impacto en los niveles de glucosa en sangre.
Esta característica los hace atractivos para las personas con diabetes o para aquellos
que controlan sus niveles de azúcar en sangre. Además, los polioles no
promueven la caries dental como lo hacen los azúcares, lo que los convierte en
una mejor opción para la salud bucal.
Si bien los
polioles generalmente se consideran seguros para el consumo, es importante
tener en cuenta algunos problemas digestivos potenciales asociados con su uso.
El consumo excesivo de polioles puede tener un efecto laxante, causando
malestar digestivo como hinchazón, gases y diarrea, especialmente en personas con
sensibilidades o afecciones como el síndrome del intestino irritable. La
moderación al incorporar polioles en la dieta es fundamental. La tolerancia
individual a los polioles puede variar ampliamente: algunas personas pueden
experimentar problemas digestivos incluso con cantidades pequeñas, mientras que
otras pueden tolerarlos bien. Es importante que cada uno preste atención a sus
niveles de tolerancia personal y ajuste su consumo en consecuencia. Algunos
estudios han examinado los efectos de los polioles en la salud intestinal,
especialmente su influencia en la microbiota intestinal. La evidencia
científica sugiere que los polioles pueden alterar la composición y función de las bacterias intestinales, lo que podría tener implicaciones para
la salud general y el metabolismo. Sin embargo, se necesita más investigación
para comprender completamente estos efectos.
El contenido
calórico reducido de los polioles ha llevado a su inclusión en muchos productos
para el control de peso y alternativas sin azúcar. Sin embargo, es fundamental
recordar que el consumo excesivo de cualquier edulcorante, incluidos los
polioles, puede conducir a un aumento en la ingesta calórica total, lo que
podría afectar los esfuerzos para el control de peso.
Edulcorantes acalóricos
1. ¿Qué son
los edulcorantes acalóricos?
Los edulcorantes
acalóricos son compuestos que ofrecen un sabor dulce intenso sin las calorías
asociadas al azúcar. Estos edulcorantes son mucho más dulces que el azúcar, lo
que significa que solo se necesita una pequeña cantidad para lograr el mismo
nivel de dulzura. Así, aunque algún edulcorante artificial pueda tener
contenido calórico, se añade muy poco volumen y por tanto muy pocas calorías
totales. La mayoría de los edulcorantes acalóricos utilizados actualmente en
alimentación son artificiales, es decir son compuestos sintéticos.
2. Tipos de edulcorantes
acalóricos
Existen varios
tipos de edulcorantes acalóricos, cada uno con sus características únicas y
aplicaciones en productos alimenticios. Cada edulcorante tiene su nivel de
dulzura y perfil de sabor, lo que los convierte en opciones versátiles para
diferentes alimentos y bebidas. En Europa están aprobados los siguientes
edulcorantes artificiales: acesulfame potásico o acesulfame-K (E950), aspartamo
(E951), advantamo (E969), ciclamato (E952), neohesperidina DC (E959), neotamo
(E961), sacarina (E954), sal de aspartamo y acesulfamo (E962) y sucralosa (E955).
Además, existen algunos edulcorantes naturales acalóricos aprobados para su uso
alimentario como los glucósidos de esteviol (E960) que provienen de la planta
sudamericana Estevia (Stevia rebaudiana) y la taumatina (E957). Esta
última es la única proteína con poder edulcorante aprobada para el consumo
humano en productos alimentarios en Europa, aunque existen otras todavía no
aprobadas en estudio como la monelina, mabinlina, pentadina, brazzeina,
curculina y miraculina. Por otro lado, la Administración de Alimentos y
Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado
seis edulcorantes artificiales como aditivos alimentarios: sacarina, aspartamo,
acesulfame-K, sucralosa, neotamo y advantamo.
3. Usos en productos
alimenticios
Los edulcorantes acalóricos,
especialmente los artificiales, se utilizan en gran variedad de productos,
desde bebidas gaseosas y zumos hasta productos de repostería, lácteos, productos
dietéticos, alimentos para diabéticos y edulcorantes de mesa. También se
encuentran en productos dietéticos, destinados a aquellos que buscan reducir su
consumo de azúcar y calorías.
4. Beneficios
de los edulcorantes acalóricos y consideraciones de seguridad
Los edulcorantes acalóricos
ofrecen varias ventajas. En primer lugar, permiten a las personas disfrutar del
sabor dulce sin agregar calorías significativas a su dieta, lo que puede ser
beneficioso para aquellos que desean perder peso o controlar su ingesta
calórica. Además, los edulcorantes artificiales no afectan los niveles de
glucosa en sangre, lo que los hace una opción segura para personas con diabetes
o aquellos que buscan mantener niveles estables de azúcar en sangre.
Todos los edulcorantes
han sido sometidos a rigurosas pruebas de seguridad por parte de organismos
reguladores de alimentos en todo el mundo. En general, se consideran seguros
para el consumo humano cuando se utilizan dentro de los niveles de ingesta
diaria aceptable (IDA) establecidos por estas agencias. La investigación ha
demostrado que los edulcorantes acalóricos no causan efectos adversos
significativos en la salud cuando se consumen en cantidades moderadas. Como con
cualquier ingrediente alimenticio, es importante utilizar los edulcorantes de
manera responsable. Se sabe que al consumirlos en exceso, se puede inducir una mayor
ingesta calórica y posiblemente afectar la sensibilidad al sabor dulce. Es
fundamental encontrar un equilibrio y variedad en nuestra dieta, incluyendo
diferentes fuentes de dulzura y evitando una dependencia excesiva de
edulcorantes artificiales. Aunque los edulcorantes acalóricos aprobados para el
consumo humano han sido estudiados ampliamente y considerados seguros, algunos
expertos continúan investigando su impacto a largo plazo en la salud. Se
requiere más investigación para comprender completamente su relación con
ciertas condiciones y enfermedades. Por ejemplo, el aspartamo, uno de los
edulcorantes artificiales más populares, ha sido objeto de controversia, de la
que se habla más abajo. Aunque ha sido aprobado por organizaciones reguladoras
como seguro para el consumo humano, algunos estudios han sugerido un posible riesgo
del consumo de aspartamo. Sin embargo, como se habla más adelante, los riesgos
se darían a partir de dosis muy superiores a las de consumo habitual. Es decir,
no entrañaría riesgo si se consume dentro de los límites establecidos. Por lo
tanto, es importante estar atentos a los hallazgos científicos actualizados y
mantener una mente abierta a medida que surgen nuevas investigaciones.
Polioles vs. Edulcorantes acalóricos
En el mundo
actual, donde la conciencia sobre la salud y el bienestar está en aumento,
muchas personas buscan alternativas más saludables al azúcar para satisfacer su
deseo de sabores dulces. En este sentido, tanto los polioles como los
edulcorantes acalóricos han ganado popularidad como sustitutos sin azúcar. Como
se ha comentado previamente, los polioles, también conocidos como alcoholes de
azúcar, son carbohidratos que proporcionan un sabor dulce similar al del azúcar
pero con aproximadamente la mitad de las calorías. Por su parte, los
edulcorantes acalóricos son compuestos que ofrecen un sabor dulce intenso sin
las calorías asociadas al azúcar. Estos edulcorantes son mucho más dulces que
el azúcar y, por lo tanto, se requiere una cantidad mucho menor para alcanzar
el mismo nivel de dulzura.
Una de las
diferencias clave entre los polioles y los edulcorantes acalóricos es que los
polioles contienen aproximadamente la mitad de las calorías del azúcar, mientras
que los edulcorantes acalóricos no aportan calorías a la dieta. Otra diferencia
importante entre los polioles y los edulcorantes acalóricos es su efecto en los
niveles de glucosa en sangre. Los polioles, en general, tienen un índice
glucémico más bajo que el azúcar, lo que significa que tienen un impacto menor
en los niveles de azúcar en sangre. Por otro lado, los edulcorantes acalóricos
no afectan los niveles de glucosa en sangre, lo que los convierte en una opción
segura para personas con diabetes. En relación a los alimentos en los que se
encuentran, tanto los polioles como los edulcorantes artificiales se utilizan
ampliamente en la industria alimentaria para proporcionar sabores dulces en una
variedad de productos. Los polioles se encuentran comúnmente en productos como
chicles sin azúcar, caramelos, productos horneados, productos lácteos y jarabes
sin azúcar. Con respecto a los edulcorantes acalóricos, se encuentran en
bebidas gaseosas, productos de repostería, productos lácteos, edulcorantes de
mesa y una variedad de alimentos procesados. En términos de seguridad, tanto
los polioles como los edulcorantes acalóricos han sido sometidos a rigurosas
pruebas y han sido aprobados para su uso en alimentos y bebidas por organismos
reguladores de alimentos en todo el mundo. Por eso, se consideran seguros para
el consumo humano cuando se utilizan dentro de los límites establecidos. Es
importante tener en cuenta que el consumo excesivo de polioles puede tener un
efecto laxante y causar molestias digestivas en algunas personas, especialmente
aquellas con sensibilidades o condiciones como el síndrome del intestino
irritable. En cuanto a los edulcorantes acalóricos, algunos individuos pueden
experimentar un regusto amargo o metálico. Por lo tanto, es esencial que cada
persona evalúe su tolerancia y ajuste su consumo en consecuencia.
Aspartamo: evidencia
para la seguridad
En el mundo de
los edulcorantes, el aspartamo ha sido objeto de un debate que ha capturado la
atención de muchos consumidores preocupados por su salud. Recientemente, el
Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) clasificó al
aspartamo como posiblemente carcinógeno para los seres humanos, lo que ha
suscitado inquietudes y preguntas sobre su seguridad en nuestra alimentación
diaria. La clasificación del CIIC del aspartamo como posiblemente carcinógeno en
el Grupo 2B se basa en la evidencia de su carcinogenicidad en humanos. Es
importante destacar que esta clasificación no implica que el aspartamo sea
peligroso o causa directa de cáncer. Más bien, resalta que existe cierta
evidencia científica aunque todavía es insuficiente para establecer una
conexión definitiva entre el aspartamo y el desarrollo de cáncer.
Sin embargo, el
CIIC solo clasifica cualitativamente a las sustancias según su nivel de
evidencia en relación a la carcinogenicidad. Para obtener una evaluación
completa de la seguridad del aspartamo, el Comité Mixto Organización para la
Alimentación y la Agricultura (FAO)/Organización Mundial de la Salud (OMS) de
expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) también ha realizado su propio
análisis. El JECFA emplea un enfoque cuantitativo y detallado para determinar
el riesgo que un aditivo representa para la salud humana. Tras una revisión
exhaustiva de la literatura científica disponible, el JECFA ha establecido una
ingesta diaria admisible (IDA) para el aspartamo de 40 mg/kg de peso corporal.
Esto significa que una persona de 60 kg podría consumir hasta 2400 mg de
aspartamo al día sin exceder los límites de seguridad establecidos. La IDA se
calcula para garantizar que, incluso con el consumo regular de aspartamo, no se
alcancen niveles que puedan ser perjudiciales para la salud. Es importante
mencionar que tanto el CIIC como el JECFA se basan en estudios en humanos y
animales, así como en pruebas toxicológicas para evaluar la seguridad de los
aditivos alimentarios. Los organismos reguladores, como la Administración de
Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y la Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria (EFSA), también han respaldado la seguridad del aspartamo
en las cantidades permitidas.
Es comprensible
que la clasificación del aspartamo pueda generar dudas y preocupación en
algunos consumidores. Sin embargo, es esencial recordar que, en general, el
aspartamo sigue siendo una opción segura para endulzar alimentos y bebidas sin
aportar calorías significativas. El CIIC y el JECFA continúan revisando y
actualizando la evidencia científica, asegurándose de que nuestras elecciones
alimentarias estén respaldadas por la ciencia más sólida disponible. Al final,
la decisión de consumir o evitar el aspartamo depende de las preferencias
personales y las necesidades dietéticas individuales. Si bien algunos pueden
optar por limitar su consumo de aspartamo como precaución, para la mayoría de
las personas, disfrutar de esta alternativa sin azúcar en cantidades moderadas
es una opción segura y sabrosa.
La importancia
de una evaluación científica rigurosa
Es fundamental
estar informados sobre los aditivos y edulcorantes que se utilizan en nuestros
alimentos y bebidas diarias. Tras un análisis exhaustivo de la evidencia
científica disponible el CIIC, agencia especializada de la OMS que evalúa la
carcinogenicidad de sustancias en humanos y animales, determinó que el
aspartamo ha sido incluido en el Grupo 2B, que indica que hay "evidencia
limitada" sobre su posible capacidad para causar cáncer en humanos. Esta
clasificación no implica que el aspartamo sea peligroso para el consumo humano
si no que significa es que los estudios realizados hasta el momento
proporcionan datos limitados y que se necesitan más investigaciones para establecer
una conexión concluyente entre el aspartamo y el cáncer en humanos. Es
importante resaltar que la evaluación científica del aspartamo y otros aditivos
es un proceso continuo y riguroso. Las agencias reguladoras de alimentos, como
la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), también revisan y evalúan de
manera regular la seguridad de estos aditivos. Hasta la fecha, estas agencias
han concluido que el aspartamo, cuando se consume dentro de los límites
establecidos, no representa un riesgo significativo para la salud humana. La
investigación científica respalda la seguridad de los edulcorantes aprobados en
Europa, pero se necesitan más estudios para comprender completamente su impacto
a largo plazo.
En última
instancia, es esencial mantener una perspectiva equilibrada y basada en la
ciencia en lo que respecta a la elección de edulcorantes y aditivos alimentarios.
Como consumidores, es crucial tomar decisiones informadas sobre nuestra dieta y
estilo de vida. Si bien se han planteado inquietudes sobre el aspartamo, la
ciencia actual y las agencias de regulación coinciden en que su consumo dentro
de los límites establecidos es seguro. La investigación y la ciencia continúan
evolucionando, y las agencias de salud y reguladores están comprometidos a
garantizar la seguridad alimentaria. Mantenernos informados sobre los avances
científicos y las recomendaciones de expertos nos permite tomar decisiones
informadas sobre nuestra alimentación y bienestar general.
Los edulcorantes
descritos ofrecen una serie de beneficios, desde la reducción de la ingesta
calórica hasta tener menor impacto en la salud dental y en los niveles de
glucosa en sangre. Sin embargo, al igual que cualquier ingrediente alimentario,
la moderación es clave y es importante utilizarlos con responsabilidad y como
parte de una dieta equilibrada y variada. Comprender la tolerancia individual y
consultar a profesionales de la nutrición y dietética especializados en salud y
registrados (colegiados) para obtener orientación personalizada sobre nutrición
y acerca de cómo incorporar edulcorantes artificiales y polioles como
alternativa al uso del azúcar y otros endulzantes calóricos. En el apasionante
mundo de la ciencia y la nutrición, mantenernos informados sobre las últimas
investigaciones y clasificaciones de los aditivos alimentarios nos permite
tomar decisiones conscientes y fundamentadas sobre nuestra dieta y bienestar.
La ciencia sigue evolucionando, y los organismos reguladores trabajan
incansablemente para garantizar que los alimentos que consumimos sean seguros y
satisfactorios.
Fuentes
Centro Internacional de Investigaciones sobreel Cáncer (CIIC), ComitéMixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
(EFSA), Administraciónde Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
Una
visión global y actual de los edulcorantes. Aspectos de regulación. J. M.
García-Almeida, G. Mª. Casado Fernández, J. García Alemán. Nutrición
hospitalaria.
https://www.sciencedirect.com/topics/agricultural-and-biological-sciences/polyol
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