Disruptores endocrinos: riesgos para la salud




¿Qué son y donde se encuentran los disruptores endocrinos?

Los disruptores endocrinos, también conocidos como disruptores hormonales, son sustancias químicas que tienen la capacidad de alterar nuestro sistema hormonal, generando efectos adversos en nuestra salud. Estas sustancias se encuentran presentes en nuestra vida diaria, como en la alimentación, los factores ambientales y los productos de belleza. Aunque muchas veces no somos conscientes de su presencia, su impacto puede ser significativo.

Cuando hablamos de disruptores endocrinos, nos referimos a un amplio grupo de sustancias exógenas que interfieren en el correcto funcionamiento de nuestro sistema endocrino. Este sistema es responsable de la producción, liberación y regulación de hormonas, que son esenciales para el funcionamiento adecuado de nuestro organismo. Los disruptores endocrinos pueden afectar negativamente este sistema hormonal al imitar la acción de nuestras hormonas naturales, bloquear su función o incluso alterar su producción. Los efectos de los disruptores endocrinos en nuestra salud pueden ser variados y abarcar diferentes sistemas y órganos del cuerpo. Algunos de los problemas de salud más comunes asociados con la exposición a estos disruptores incluyen diabetes, obesidad, infertilidad femenina y masculina, trastornos del desarrollo neurológico, alteraciones en la tiroides y trastornos del sistema neuroinmunológico. Además, se ha observado una relación entre la exposición a disruptores endocrinos y enfermedades como ciertos tipos de cáncer, la endometriosis y problemas reproductivos. Es especialmente preocupante la exposición a disruptores endocrinos durante el embarazo y el desarrollo postnatal, ya que en estas etapas la regulación hormonal es crucial para el crecimiento y desarrollo adecuados del bebé. Los disruptores endocrinos pueden afectar al correcto desarrollo de los órganos reproductivos, el sistema nervioso y el sistema inmunológico, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en la salud y el bienestar de los individuos.

Es importante destacar que los disruptores endocrinos no siguen un patrón lineal de respuesta, lo que significa que pueden tener efectos en dosis muy bajas e incluso no tener efectos en dosis más altas. También depende de la susceptibilidad de cada persona a cada uno de estos disruptores hormonales. Además, su presencia en el medio ambiente y en diversos productos de consumo es cada vez más común. Se encuentran en productos como ambientadores, electrodomésticos, envases de plástico, insecticidas, materiales de construcción, pinturas, productos de belleza, productos de limpieza y tejidos, entre otros muchos productos. Dado que evitar por completo la exposición a los disruptores endocrinos puede resultar complicado, es fundamental tomar medidas para reducir nuestra exposición a estas sustancias. Algunas recomendaciones incluyen llevar una dieta saludable y natural, priorizando alimentos frescos y evitando alimentos procesados y enlatados. Además, se aconseja utilizar productos de belleza y de higiene personal elaborados con ingredientes naturales y libres de parabenos. También es importante evitar el uso de productos de limpieza y pesticidas que contengan disruptores endocrinos, y optar por materiales inertes como el vidrio en lugar de plástico en envases y utensilios. Para identificarlos existen listas de disruptores identificados (como esta de la OMS, o esta otra de la Unión Europea por países, con más de mil compuestos a evitar), y aplicaciones que ayudan conocer los productos escaneando el código de barras o fotografiando los ingredientes para obtener el riesgo de cada uno de los ingredientes que lo componen.  

 

¿Cuál es la base científica de este efecto nocivo?

La comprensión científica de cómo los disruptores endocrinos afectan a nuestra salud se basa en investigaciones y estudios que han examinado los mecanismos moleculares y los efectos biológicos de estas sustancias. Estas investigaciones nos han permitido obtener una visión más clara de cómo los disruptores endocrinos interfieren en el sistema hormonal y generan efectos adversos en nuestro organismo. A nivel molecular, los disruptores endocrinos tienen la capacidad de imitar o bloquear la acción de nuestras hormonas naturales. Estas sustancias pueden unirse a los receptores hormonales en las células, lo que interfiere con la señalización hormonal normal. Al imitar la acción de las hormonas naturales, los disruptores endocrinos pueden engañar a nuestro organismo y generar respuestas no deseadas. Por otro lado, al bloquear la acción de las hormonas naturales, pueden interferir en los procesos fisiológicos y desregular el equilibrio hormonal. Uno de los efectos más preocupantes de los disruptores endocrinos es su impacto en la regulación hormonal durante el desarrollo fetal y neonatal. Durante estas etapas críticas, el sistema endocrino es especialmente vulnerable y susceptible a la interferencia de las sustancias químicas. La exposición a disruptores endocrinos puede alterar la producción y liberación de hormonas clave, lo que puede tener consecuencias duraderas en el crecimiento y desarrollo de los órganos reproductivos, el sistema nervioso y el sistema inmunológico.

Además de imitar o bloquear la acción hormonal, los disruptores endocrinos también pueden alterar la expresión génica y la actividad de enzimas clave involucradas en la metabolización hormonal. Estos cambios moleculares pueden tener efectos cascada en la regulación hormonal y en los procesos biológicos controlados por las hormonas. Por ejemplo, pueden influir en el metabolismo de los lípidos y los carbohidratos, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad. Los estudios científicos también han demostrado que los disruptores endocrinos pueden afectar la función reproductiva y sexual. Estas sustancias pueden alterar el equilibrio hormonal necesario para la producción y maduración de los óvulos y los espermatozoides, lo que puede resultar en infertilidad o problemas de fertilidad. Además, se ha observado que la exposición a disruptores endocrinos durante el desarrollo fetal puede afectar la diferenciación sexual, lo que puede dar lugar a malformaciones congénitas genitales. La relación entre la exposición a disruptores endocrinos y enfermedades como el cáncer, la endometriosis y los trastornos neurodegenerativos también ha sido objeto de investigación. Aunque aún se requiere más investigación para comprender completamente estos vínculos, se ha encontrado evidencia de que los disruptores endocrinos pueden contribuir al desarrollo y progresión de estas enfermedades mediante la alteración de los mecanismos hormonales y moleculares involucrados.

 

Ahora ya sabéis un poco más sobre los disruptores endocrinos, sustancias químicas que pueden alterar nuestro sistema hormonal y tener efectos perjudiciales en nuestra salud. Su presencia en diversos aspectos de nuestra vida diaria nos expone a sus riesgos, especialmente durante etapas críticas como el embarazo y el desarrollo infantil. La base científica y molecular de cómo los disruptores endocrinos afectan a nuestra salud nos muestra que estas sustancias pueden interferir en los mecanismos hormonales y moleculares clave en nuestro organismo. Su capacidad para imitar, bloquear o alterar la acción de las hormonas puede tener efectos perjudiciales en diversos sistemas y órganos, principalmente durante el desarrollo fetal y neonatal. Si bien evitarlos por completo puede ser complicado, podemos tomar medidas para reducir nuestra exposición a ellos y proteger nuestra salud y bienestar a largo plazo. La investigación continua en este campo es fundamental para comprender mejor los riesgos asociados con los disruptores endocrinos y para tomar medidas que preserven nuestra salud y bienestar.


Fuentes

European Food Safety Agency (EFSA) es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea y es la encargada de evaluar y notificar todos los riesgos asociados a la cadena alimentaria, entre los que se incluyen los disruptores endocrinos en alimentos. 

State of the science of endocrine disrupting chemicals 2012 / edited by Åke Bergman, Jerrold J. Heindel, Susan Jobling, Karen A. Kidd and R. Thomas Zoeller. (información en inglés)

Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA): Endocrine disruptor screening program (información en inglés)


Comentarios

Entradas populares de este blog

Obstáculos en la investigación biomédica

Reproducibilidad científica: Un pilar amenazado

Desvelando lo invisible: Miradas que desafían en biomedicina