Celiaquía: una enfermedad autoinmune

 

Hoy, 5 de mayo, se celebra el Día Internacional del Celíaco. La celiaquía es una enfermedad autoinmune que afecta al intestino delgado y que se desencadena por la ingesta de gluten, una proteína presente en muchos alimentos comunes de la familia de los cereales como el trigo, la cebada y el centeno.

La celiaquía es una enfermedad crónica que afecta a personas de todas las edades y puede ser difícil de diagnosticar debido a que sus síntomas pueden variar ampliamente de persona a persona. Algunos de los síntomas más comunes incluyen dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos y pérdida de peso, pero también puede haber síntomas menos evidentes como fatiga, anemia, dolores de cabeza y cambios de humor. La celiaquía es causada por una reacción inmunológica al gluten que daña el revestimiento del intestino delgado y hace que sea difícil para el cuerpo absorber nutrientes importantes. Si la enfermedad no se trata adecuadamente, puede conducir a complicaciones graves como osteoporosis, neuropatía periférica y cáncer de intestino.

La buena noticia es que la celiaquía se puede controlar mediante una dieta libre de gluten, presente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena, el kamut, la espelta y variedad híbridas y productos derivados de estos cereales como las harinas, los almidones, las féculas o las sémolas. Los alimentos que contienen gluten deben ser eliminados por completo de la dieta, lo que puede ser un desafío para algunas personas debido a la amplia variedad de alimentos que contienen gluten. Sin embargo, cada vez hay más opciones de alimentos sin gluten disponibles en el mercado y muchas empresas están comenzando a etiquetar sus productos como "sin gluten" para facilitar la elección de alimentos seguros para los celíacos.


Base biológica de la enfermedad

La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune caracterizado por una respuesta inmunitaria anormal a la ingesta de gluten, que desencadena una inflamación crónica en el intestino delgado dañando las vellosidades intestinales. A consecuencia, se puede producir una amplia gama de síntomas gastrointestinales y nutricionales. La base científica de la celiaquía se centra en la respuesta inmunitaria y la inflamación asociada a la ingesta de gluten, una proteína que es digerida en el intestino delgado en péptidos más pequeños (fragmentos de proteínas), que luego son presentados a las células inmunitarias. En las personas con celiaquía, estas células inmunitarias identifican incorrectamente los péptidos de gluten como una amenaza y desencadenan una respuesta inmunitaria. Esta respuesta inmunitaria resulta en la producción de anticuerpos contra los péptidos de gluten y contra las propias células del intestino delgado. Estos anticuerpos atacan las vellosidades intestinales, que son las estructuras que absorben los nutrientes de los alimentos. Con el tiempo, esta inflamación crónica puede dañar gravemente las vellosidades intestinales y provocar una variedad de problemas de salud. La base científica de la celiaquía también incluye la genética. La enfermedad es más común en personas que tienen ciertos alelos del gen HLA, que codifica para una molécula del sistema inmunitario. Los investigadores creen que esta molécula puede estar involucrada en la presentación de péptidos de gluten a las células inmunitarias, lo que aumenta la probabilidad de una respuesta inmunitaria anormal. Por tanto, la base científica de la celiaquía se centra en la respuesta inmunitaria, la inflamación y la genética.


Diferencia entre celiaquía e intolerancia al gluten

La celiaquía y la intolerancia al gluten son dos condiciones diferentes relacionadas con la ingesta de gluten, pero con diferencias importantes. La celiaquía es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo reacciona al gluten, lo que provoca daño en el revestimiento del intestino delgado. En cambio, la intolerancia al gluten, también conocida como sensibilidad al gluten no celíaca, es una condición en la que las personas experimentan síntomas similares a los de otras intolerancias (como a la lactosa, por ejemplo), como dolor abdominal, diarrea y fatiga, parecidos a la celiaquía pero sin el daño intestinal característico de la celiaquía. Aunque ambas condiciones involucran una sensibilidad al gluten, la celiaquía es una enfermedad autoinmune grave que puede provocar complicaciones severas si no se trata adecuadamente, mientras que la intolerancia al gluten no suele tener consecuencias graves a largo plazo y es más sencilla de controlar con una dieta libre de gluten.


Seguimiento de los profesionales de la salud 

Es importante que los celíacos tomen medidas adicionales para proteger su salud, incluyendo la consulta con un nutricionista para asegurarse de que están recibiendo todos los nutrientes que necesitan, la monitorización de su ingesta de alimentos y el seguimiento regular con un médico para controlar los efectos de la enfermedad.

En general, la celiaquía es una enfermedad autoinmune que puede ser difícil de diagnosticar, pero que se puede controlar mediante una dieta libre de gluten. Por eso es importante que, si una persona tiene síntomas de celiaquía, hable con un médico de cabecera para obtener un diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado. Con una dieta adecuada y un buen cuidado de la salud, los celíacos pueden llevar una vida saludable y feliz.


Fuentes

Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) www.celiacos.org/ está constituida por 15 asociaciones de celiacos y 2 federaciones distribuidas por toda la geografía española que integran a más de 19.000 familias asociadas. El objetivo fundamental de FACE es coordinar el esfuerzo y la labor realizada por sus asociaciones miembros para defender sus derechos, con vistas a la unidad de acción y para un mejor logro de los fines comunes. Trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas celiacas y conseguir su integración social. Realiza esta labor a través del apoyo directo a las personas celiacas y sus familiares realizando campañas de difusión y concienciación, investigación y seguridad alimentaria.

MedlinePlus es un servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. (NLM, por sus siglas en inglés), la biblioteca médica más grande del mundo, y forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. (NIH).

NIDDK es el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, que a su vez forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

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