La primera chispa del impulso

El ímpetu fue durante siglos un misterio. ¿Por qué una flecha sigue avanzando después de abandonar la cuerda del arco? ¿Qué mantiene en movimiento una piedra arrojada cuando ya no está en contacto con la mano que la lanzó? Jean Buridan propuso en el siglo XIV una idea que parecía sencilla: en el proyectil quedaba una fuerza, un ímpetu, que lo mantenía en movimiento hasta que se agotaba. Era un concepto intuitivo, precursor de lo que más tarde Newton formularía como ley de la inercia. Pero no era solo una cuestión de física. La pregunta de fondo sigue siendo la misma: ¿qué mantiene el movimiento cuando todo parece tender al reposo? En la ciencia, esa cuestión se traslada a otro terreno: ¿qué impulsa a seguir investigando, a sostener la búsqueda en medio de las dificultades, a transmitir el conocimiento para que no se pierda? Hypatia y el impulso de transmitir En la Alejandría del siglo IV , Hypatia representó ese impulso. Matemática, filósofa y astrónoma, pero ante todo maestra. La c...